Desde hace tiempo, hay una enorme red de torres de medición de viento. Existen mapas eólicos de muchas zonas, hay herramientas informáticas que permiten estimar el viento, y los modelos de mesoescala han sido calibrados y dan información cada vez más fiable.
Así pues, en la actualidad, estimar el recurso eólico es bastante fácil en multitud de sitios, sin necesidad de montar una torre.
Entonces ¿Por qué se siguen instalado torres en países como España, Francia, Italia, … y no en Alemania por ejemplo?
Hay varios factores que influyen:
- El primero es que para instalar un parque eólico hay que hacer una inversión muy importante, y los agentes involucrados en el proceso de financiación son conservadores y no quieren correr riesgos.
- El segundo es que existen efectos locales en terrenos complejos. En países con orografía plana y parques eólicos pequeños (como Alemania) los modelos teóricos dan suficiente credibilidad a los agentes económicos. Cuando el terreno es complejo, el comportamiento del viento no es tan fácilmente calculable.
Hay que recordar, le energía cinética del viento es una función cuadrática de su velocidad, y cada error se paga al cuadrado. Si hay posibilidad de efectos locales o el parque es muy grande, la posibilidad de error supone un gran riesgo financiero.
La realidad es que lo más seguro y lo más exacto es instalar una torre de medición en el emplazamiento del parque. El coste de la torre es muy bajo, frente al coste de encontrarse una producción más baja de lo esperado.
También es muy importante que esa torre de medición se instale de acuerdo a las recomendaciones de auditores y a las normativas actuales (como la IEC61400-12 v2) y con equipos de altas prestaciones, para minimizar las incertidumbres que pueden empeorar las condiciones de financiación.
